El desmentir rumores también forma parte de nuestra obligación. Es más, tendría que ser premisa en el periodismo porque caso contrario quienes informamos somos capaces de aceptar que fulano o mengano metieron la «gamba» en el momento equivocado.
Y eso sucede con una situación que en su momento dimos a conocer en este portal. A una semana de estar operativos, dimos a conocer la denuncia de una violación que nunca fue violación. Es más, cumplidos los pasos requeridos en la investigación el hecho en cuestión no pasó de la órbita policial a la judicial por sencillas razones: no hubo denuncia ni hubo delito.
De igual manera y a pesar de esta situación confirmada, los rumores corrieron. Que el chofer de un destacado hombre público iba a la cárcel o que el gerente de una empresa conocida del medio y el país había sido procesado. Nuestra labor es apuntar directamente a que ese rumor, propio de nuestra idiosincracia, es mentira. No hay ni hubo procesado. No hay ni hubo detenidos. No hubo delito……¿se entiende?. Vivir y dejar vivir sería para todos, quizás, una buena receta para que socialmente podamos…..»convivir».