(Por el Dr. Álvaro Lima, Frente Amplio de Salto)
Otro llamado realiza por estos días la Intendencia de Salto. Se trata de un llamado público y abierto para entrar a trabajar a la parte de Obras de la comuna. Una costumbre que se había perdido, hacer concursos para que todos puedan acceder a los cargos municipales. No hay quinientos amigos acá a los que se los quiere atornillar, sino gente que tiene el mismo derecho que todos. Esta administración nombró gente por cargos de confianza con el límite que tiene la resolución firmada por el Intendente, y que además fue a la Junta Departamental amparada por el Presupuesto Quinquenal, de que todos los nombramientos caducan al finalizar la administración. O sea, efectivamente y de verdad, “los que entran conmigo se van conmigo”. Ya es resolución y será decreto ley, además se piensa enviar a la Junta, luego del Presupuesto, su estudio y discusión y aprobación si así lo entiendo los ediles, esto de que caduquen los contratos una vez pasado el período de este gobierno. Para no hacerle a los demás lo que no nos gustó que nos hagan. Transparencia, gestión democrática y no creerse dueños del Estado cuando solo se está de paso por cinco años a referéndum de lo que resuelva la ciudadanía. Eso se dice fácil. Pero hay que cumplirlo.
Pero en este caso, el de los llamados, que se vuelve a hacer, porque antes fueron para personas que se inscribían para Recolección, es abierto y público y éstos sí van a quedar en la Intendencia después del período, salvo que decidan irse o cometan faltas graves. Los que concursan se quedan hasta que se jubilen porque se ganaron el derecho. Una clara demostración de cómo se asumen los bienes de todos.
Ya no es noticia que la Intendencia de Salto haga un llamado abierto.
Increíblemente, y por suerte, la gente de Salto se va acostumbrando a que cualquiera puede entrar a la Intendencia y quedarse hasta que se jubile. No hay que ser amigo de la vida de nadie, y menos del Intendente, del Secretario General o de las diputadas que tiene nuestra fuerza política. Los que entran por designación directa saben que firman un papel hasta julio de 2020. No habrá más cargas económicas para los futuros administradores, sean del partido que sea. Les liberamos las manos como corresponde en una democracia.
Sabemos que de a poco esto comenzará a ser la mejor de las costumbres, el concurso abierto y público. Recordemos que el Uruguay ha sido destacado por organismos de transparencias internacional debido al acceso al Estado como forma de trabajo, hoy popularizado por el portal Uruguay Concursa. Son pasos a favor.
Nosotros, nuestro sector, la Agrupación Humanista Armando Aguirre Lista 888, siempre bregó por mejorar la calidad institucional, limitar el poder del que manda para evitar que se crean dueños de lo que es de todos. Esta es una forma probada y aprobada, el concurso, la sana costumbre de presentar un currículum, ir a un sorteo, competir en una prueba. Costumbre que vuelve y ojalá para quedarse.
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