La institucionalidad como valor

(Por el Dr. Álvaro Lima, Frente Amplio de Salto)  Por estas horas se está realizando en las oficinas del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Salto el sorteo para los diez puestos de titular y los veinte de suplentes para acceder a trabajar en la Dirección de Obras de la Intendencia de Salto. Algo que lo habíamos prometido en la campaña y que volvemos a cumplir. Ahora ha vuelto la ilusión. La gente se ilusiona con alcanzar esos puestos, la gente se anotó en número mayor a los dos mil seiscientos, porque sabe que hay transparencia y seguridad.

A diferencia de las designaciones directas que se han hecho, estos si se quedarán por derecho propio en la Intendencia de Salto. Esos diez, o más si se consideran necesarios desde la Dirección de Obras de la comuna, serán funcionarios que quedarán en la plantilla estable y no como las designaciones directas que se irán cuando termine el mandado del actual gobierno. Lo que fue estampado en una resolución firmada por intendente y secretario general y además que fue a la Junta Departamental como parte del mensaje del Presupuesto.

 Nosotros pensamos que así debe ser, pero no solo lo pensamos, sino que lo hacemos. Esto además permite dar transparencia a la gestión, porque el sorteo se hace a través de un software que está siendo manejado por técnicos de una dependencia del Estado de estructura nacional que no tiene nada que ver con la Intendencia en este caso.

Acá no hay que ser amigo de nadie, acá no hay que ser una persona que trabajó para alguien, en forma política o privada, no son cargos para los amigos de la vida ni tampoco para ayudar al que conozco de siempre. La intendencia no es para eso. Van a quedar los que un sorteo indique, o en otros casos, como ya ha pasado, los que puedan desarrollar y demostrar las aptitudes para el cargo. La función hace al funcionario y no al revés donde se inventaban innumerables funciones para que le quedaran bien al perfil de determinada persona.

Esto se llama institucionalidad y es un compromiso de esta administración y una forma de encarar la política. ¿Por qué institucionalidad? Porque la institución va por encima del amiguismo y permite que el que no es conocido, el que no es amigo de la vida, entre a la función pública. ¿Qué mejor que eso? Porque además esta gente que entra así va a ser evaluada justamente por desconocidos. ¿Qué mejor? No se evaluarán los amigos a los que hay que tener siempre en consideración.

Y justamente institucionalidad es uno de los pilares que queremos subrayar para esta administración. Lo que nos supera por encima, los amigos de la vida son para los asados, no para usar y abusar de los bienes públicos. Ese es el concepto, esa es la acción. Probada.