Hacia el 1º de mayo…. tener memoria.

(Escribe Dr. Juan Romero). En la actualidad se considera de manera casinatural que se deben trabajar 8 horas por día, tener un día de descanso, una paga acorde y si se trabaja el  pago por hora extra, pero aparte, el aguinaldo y descanso anual pago. Basta  recordar que cado uno de los derechos enumerados no “florecieron” de la nada, sino que fueron regados con mucho sacrificio,sufrimiento y vida de trabajadores que se organizaron para obtenerlos. Uno  de los principales  mecanismos ha sido el paro y a veces la huelga, lo que no se desea pero se  necesita cuando las patronales se hacen las que no escuchan, estos reclamos  no son gratuitos y al trabajador que lucha por sus derechos se le hace sentir el  poder económico, social y político, aparecer en listas negras, ser echado sin  razón, y otras veces el riesgo de su propia vida o de familiares. Pero queda  claro que los derechos antes mencionados se han construido en años y años  de sacrificio y lucha de otros trabajadores, los cuales sin miramiento hicieron  el esfuerzo, es más cuando se gana una huelga o negociación y el salario  aumenta lo cobran todos los trabajadores el que la hizo y el que no la hizo.Tal  legado debe ser un horizonte a continuar los derechos que vendrán debe ser  para todos y todas los trabajadores. Los derechos de los trabajadores incomodan. Se preguntarán ¿será cierto?, la respuesta es sí incomodan y mencionaré  simplemente titulares que nos ayuden a pensar juntos al respecto. Incomodan por que aumentar derechos es visto como aumento de costos por  lo tanto menos ganancia, y no es una cosa moral de buen o mal patrón,es cómo funciona el sistema de producción actual.La historia económica demuestra que las mayores tasas de ganancia han sido cuando más  desprotegido ha estado el trabajador, recuerdo dos momentos en nuestro país: la dictadura cívico–militar y la década de 1990, cuando se derogaron los  Consejos de Salarios. Incomodan porque en una sociedad que se organiza para la distribución de su  riqueza en forma desigual, más derechos para quienes menos tienen genera condiciones de equidad,de emparejar para arriba y son vistos con desconfianza.Un caso muy claro es la sociedad brasileña,ha sido prácticamente un escándalo que el hijo/a de un operario de fábrica, de portero de edificio o de un empleo no muy calificado pueda acceder a estudios universitarios. Incomodan porque el acceso a más derechos comienzan a cuestionar un  modelo de organización del trabajo y de la producción de la riqueza, basado en  la extracción de valor y de una competitividad basada en menores costos  basadas en la pobreza y precariedad de sus trabajadores. Organización política sí e independencia de clase también. Como se ha mencionado al principio la obtención de los actuales derechos han  sido el resultado de la organización de los trabajadores, organizados en  gremios, sindicatos, federaciones y articulando esfuerzos y razones con otras  organizaciones sociales y partidos políticos, los cuales han sido sensibles a tales demandas y otros que se identifican con las mismas. Así como los patrones se organizan encámaras empresariales, federaciones y articulan con organizaciones sociales y partidos políticos afines a sus intereses, los trabajadores tienen el legítimo derecho de organizarse y no ser  sospechados de malos empleados,vagos, revoltosos y tantos adjetivos que se  realizan. Organizarse para hacer respetar los derechos conquistados,pero también para caminar hacia nuevos derechos acordes a los tiempos actuales,  pero también para ser actores productivos que se responsabilizan en aportar propuestas para agregar más y mejor valor al trabajo que realizan y  distribución de la riqueza de la cual forman parte. Ahora,la historia nos enseña que sindicatos»atados» a partidos políticos sean  del signo que sea finalizan desvirtuando no solo los objetivos, sino también los  intereses de los trabajadores. Pero también deben estar atentos a quienes  están dispuestos a defender sus intereses, como lo hacen los patrones, ante lo cual la capacidad de organizarse, defender lo conquistado y establecer una agenda de derechos de cara al siglo XXI posibilitan no solo recordar sino  también soñar por nuevos primeros de mayo. Por los que vienen, como alguna  vez lo dijo Leonel Brizola: «Debemos invertir en los niños para que las nuevas  generaciones tengan, sobre todo, el coraje para hacer aquello que no hicimos». Trabajadores salud, Juntos hacemos Frente.