Lo original es ser original

En los tiempos que corren, no es sencillo ser creativo. Es fácil copiar, imitar o falsificar originales que terminan siendo luego burdas copias.

Pero tampoco está mal aceptar que en la mediocridad uno puede regodearse, enchastrarse, y seguramente disfrutar de eso.

La diferencia es el nivel.

La diferencia es comparar.

La copia y el original.

Pero puede aceptarse que la copia, tratando de llegar a la excelencia de ese original, incurra en errores conceptuales en lo que uno hace.

Está bien decir alguna vez cada tanto….adelanto, primicia, porque capaz la mediocridad supone que eso venda más, motive más, dispare motores que son imposibles de disparar. La actualidad marca que nadie que se digne ser medianamente profesional, utilice el recurso sistemáticamente como si lo hicieran distinto al original.

Porque justamente el original es distinto en lo que propone y la copia busca hasta desesperadamente superarlo a sabiendas que por una cuestión hasta genética,ni hablemos de profesionalidad, sabiendo siempre que eso será sencillamente imposible.

Lo original subyuga las masas, las copias mueren siempre en la frustración de querer ser y no poder.

No vendemos chorizos ni empaquetamos galletitas, formamos opinión.

Eso nos hace originales aunque nos cae bien que las copias griten por temor a no ser escuchados independientemente que el bolsillo haya engordado a cuenta de vender el alma.

Daniel Caiazzo