Ideas ridículas que hicieron millonarios a sus creadores

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Alguien dijo que sólo existen dos clases de negocios estúpidos: los que no se llevan adelante y los que no logran hacer dinero. Es que, ¿a quién importa lo que se pueda pensar de un producto, si este es exitoso y genera ganancias? Hoy presentamos algunas de las ideas más absurdas, que volvieron millonarios a sus creadores.

 

-Bata-manta: tan sencillo como una bata con mangas… Aunque fue señalada y ridiculizada, esta manta causó furor y sigue siendo bien vendida hoy en día. Aunque no todos lo admiten, más de 20 millones de personas la adquirieron, sólo en Estados Unidos, durante el primer año a la venta.

-Pelotas Koosh: todo el mundo tuvo una de estas pelotas con elásticos, a modo de pelos. Es creación de Scott Stillinger, que un buen día se propuso inventar una pelota que sus pequeños hijos pudieran atrapar con facilidad. En 1997, la compañía fue comprada por más de 100 millones de dólares.

-Pescado que canta: hubo un tiempo en que todo el mundo tenía un Big Mouth Billy Bass, Rocky Rainbow Trout o uno similar… Como sea, un pescado de plástico que canta. Fue uno de los regalos de broma más obsequiado y las tiendas vendieron cientos por hora, en su mejor momento.

-Shake Weight: la idea de que sacudirse pueda hacer bajar de peso a alguien no suena verosímil, tampoco para la mayoría de los entrenadores. Sin embargo y a pesar de lo sugestivo que resulta el aparato, es uno de los más populares regalos en los Estados Unidos.

 

-Chia Pet: entre las décadas de 1980 y 1990, todo el mundo tenía uno. Aunque cueste creerlo, todavía reporta millones en ganancias a la compañía que lo fabrica. Es tan sencillo como un muñequito con semillas de chía en su interior. Si lo riegas, crecen.