Queridos Reyes Magos

(Escribe Valeria Giovanoni). Días de Reyes, y pensaba en lo feliz que era de niña , en la querida Plaza de Deportes, en la Zona Este, en ese tiempo sin tejido, con sus libustros, que no impedían el saltito, pa arrimarse a la canchita o al arenero, donde era, nuestro paraíso.
Nuestro y muy nuestro, lugar de disfrute, de los juegos, horas, amigos, donde construíamos ahí en ese pequeño lugar en el mundo, nuestra felicidad.
Con la conversa amiguera, corríamos, inventábamos historias y accedíamos a nuestros primeros códigos y palabras de honor, que muchas veces, terminaban en un helado de Alfredito. En estos días, en los anteriores a Reyes, nos juntábamos en la vereda, a compartir nuestras cartitas, unas más largas, otras más cortas, con faltas de ortografía o no y todas, con la exigencia escrita, de la premura , que al otro día, lo pedido llegue. Ese día, el día soñado, nos cambiabamos, las muñecas, las bici, las pelotas. Y todo era maravilloso!!. Hoy, ya más grande reivindico la necesidad de escribirles, de que lleguen y de que existan. La ilusión, la alegría y la espera, esa espera nochera, larga, incompleta, con ese amanecer llegando y en ese tiempito, el sueño. Que, no permite verlos….no importa el esfuerzo que hagamos. En mi casa, mi padre, el Ruso, no importaba la carta, nunca importó. Él llevaba todos los años, nuestros pedidos fuera lo que fuere…y la mayoria de las veces, no podía con el sobre…Nosotras, esperábamos el 6, al pie de ese árbol y después, papá nos recitaba el poema de Gagliardi, durante el día sin pensarlo, sin hablarlo, casi como un ritual mágico. Que, yo quiero compartir con ustedes, para sentir conmigo, estos días, la magia de ser niña/o. La ilusión de ese amor mágico, de la humildad, del sentir, de la familia, del pastito, del querer….

Va pa ahí

LOS REYES MAGOS de Hector Gagliardi
–¡Si vos no te portas bien
le digo a los Reyes Magos
que te dejen sin regalo
y te quedás sin el tren!
Es que mi vieja,tambien,
un poco se aprovechaba..
¡Porque esa noche llegaban
los tres Reyes de Belén!
La carta la habia mandado
sin falta de ortografia,
asi los Reyes veían
de que era un chico aplicado
Híce todos los mandados
me lavé hasta las orejas,
porque ese día mi vieja
me tenía acorralado.
La luna hacia brillar
el lustre de mis zapatos..
y si ellos fueran chicatos
¿quién les podria avisar?
Por eso al irme a acostar
puse la almohada a los pies
y me acosté al revés
para poder vigilar.
¡Cuando mas lo precisaba
me vengo a quedar dormido!
Me desperté a los maullidos
del gato de la encargada.
Ya entraba la madrugada
de un radiante seis de Enero
y un trencito,el mas diquero,
del umbral me saludaba.
Lo habian dejado de frente
ya listo para marchar
con él me iba a despertar
a mi madre alegremente.
¡Qué alegría que uno siente!
explicarlo yo no puedo
¡unas ganas de ser bueno,
de ser bueno hasta la muerte!
Al que dejaron sin nada
fue al chico de al lado.
¡Cómo se habrian olvidado!
Siempre «muy bueno»sacaba
Con nosotros no jugaba
porque enseguida tosía
y los Reyes no sabían
que el padre no trabajaba.
Yo comprendí su dolor
cuando me vio con el tren
se acerco a mirarlo bien
y despues lo acarició
y el también se divirtió.
¡Cuántos Reyes han pasado
por la puerta de mi vida,
y a mi alma dolorida
cuántas veces la he dejado
como un zapato gastado
esperando a su Melchor,
que le dejara el amor
para un mundo envenenado.
Esta noche por los Cielos
llegarán los Reyes Magos
vendrán trayendo regalos
a los chicos que son buenos
pero hay otros pibes buenos
en otro lado de la tierra
que por cúlpa de una guerra
¡no han de pasar los camellos!
Señor yó aprendí a rezar
arrodillao con mi vieja
si núnca te fuí con quejas
hoy me tenés que escuchar.
¿por qué tienen que pagar
esos pibes inocentes,
de que en el mundo haya gente
que sólo piensa en matar?
Ellos ¿Que saben de guerras?
¡éllos quieren Reyes Magos!
¡ y éllos,en vez de regalos,tienen un miedo que aterra!
Sí vos pararas la guerra,
pasarían los camellos
¡Yo te lo pido por ellos!
¡por los pibes de mi tierra!