El silencio de…….¿los inocentes?

Quizás deberíamos comenzar por decir que estamos profundamente agradecidos por la elección día a día de nuestro portal como punto de referencia en la información.

Deberíamos agradecer además a tantos medios nacionales que se preocuparon en repiquetear la información sobre la decisión de un cura de Don Bosco de prohibir a una educadora salesiana cumplir con su vocación por ser lesbiana.

De más está decir que somos agradecidos por eso pero a la par nos preocupa mucho otros temas paralelos.

El silencio de los medios locales. Las dudas de algunos cargos de relevancia en lugares que deciden y resuelven, que supusieron que la información era falsa y no accionaron ni medio pelo.

El silencio de los defensores de la igualdad de género en todo su extensión de la palabra y el silencio de la sociedad que se hace escuchar con un rumor que es peor que una bomba atómica: “quien educaba sabía que debía regirse a las reglas”.

¿Qué reglas?. Podrán convencer a quienes desconocen absolutamente los parámetros por los cuales se rige la iglesia pero no a quienes nos consideramos medianamente aptos para hacer algunas apreciaciones particularmente frías pero no menos ciertas.

¿En que momento dice la Biblia que lesbianas, trans, homosexuales, bisexuales, no son hijos de Dios?.

¿En que parte de la Biblia dice que los curas o padres deben vivir el celibato por orden suprema del superior?

¿En que parte de la Biblia se menciona si quiera al pasar que las mujeres no pueden ser curas?.

Este tema plantea muchas preguntas sin respuestas y desde las autoridades eclesiásticas se caen en lo de siempre: “no es discriminar, es entender que los educadores salesianos se deben manejar sobre ciertos cánones”.

¿Cuáles son?. ¿Quiénes lo impusieron?. ¿Está Dios enterado de esto?. ¿Le avisaron?.

La mismísima iglesia por su ortodoxa estructura es discriminatoria de un porcentaje muy alto de nuestra sociedad y con acciones como las de Don Bosco las deja al desnudo sin previo aviso, sin justificación, sin argumentos.

Es por esa razón que el cierre de puertas lleva a que una cantidad muy considerable de fieles hayan dejado de serlo para buscar en otras religiones, en otras creencias, respuestas que la iglesia de este siglo XXI es incapaz de dar.

Una vez más, gracias por considerar que www.quintoelemento.uy es un punto de referencia en la información pero un pedido, que el grito de los anónimos se haga escuchar incluso en contra de tan poderosa organización como es la propia iglesia.

Daniel Caiazzo