
Uno puede entender la desidia, la falta de atención y poca preocupación en cuestiones elementales como una simple, sencilla y para nada trabajosa tarea como es levantar una poda en barrios que conviven con la situación de emergencia generada por la leishmaniasis.
Se entiende, ante el caos, no responder es simplemente acompañar el caos.
De ahí a marcar que esa misma desidia se traslada a lugares tan cercanos a la mismísima gestión, ya pasa a ser un tema preocupante.
Te banco una poda sin levantar durante dos meses en El Cerro, en Barrio Artigas, en Cien Manzanas, pero una en la misma cuadra que las oficinas centrales de la intendencia, frente al Instituto de Formación Docente, sin levantarse, generando olores y un micro clima especial para la mosquita transmisora, es, palabras menos, inoperancia, falta de sensibilidad y escaso criterio.
Uno puede ser desprolijo en su casa, en su barrio, no en su lugar de trabajo y mucho menos cuando ese lugar de trabajo lo pagan todos y todas las salteñas. Falta de respuesta pero esperamos de corazón que así como hicimos salir el desfile en Arapey para disfrute de todos, incluso para quienes tienen alojamiento gratuitos y catering posterior al desfile, logremos que en plena calle Uruguay en el corazón de un movimiento de oficinas clave, nos den este jueves la alegría que se sacó este foco. Que se accionó al grito, pero que se accionó. González y Bochia, los enamorados de Julieta, que respondan y como comunicado de la entrañable Radio Salto en sus mensajes subliminales de tiempos de convivencia democrática difícil…….desde ya muchas gracias.
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