Otra vez y ya van unas cuantas, desde hace 4 años que, la familia Lima nos sorprende, en jugadas que aparentan «magistrales» y son, ordinarias, simples y de pizarrón. Las movidas orquestadas pero no organizadas, de sus abandonos en bloque de la 888, un sábado el año pasado.. Seguidos por la conformación de dos grupos, uno con funcionarios municipales y otro también, que por más fotos, encuentros y sonrisas «espontaneas», compiten entre sí, se «arrancan» los ojos, literal. Competencia que el intendente plantea, porque el medir fuerzas, para él fortalece. El sumar fracasos, que cree que le suman, la cuadernola mágica donde controlan asistencia a esas reuniones, a las volanteadas, es el concepto de ética que la familia maneja. Hermanos unidos por la ambición de poder, en no perder la teta, de una diputación , de una intendencia. Crear una candidatura, la de Alvaro Lima, quien nadie conoce, con columnas en los medios, escrita por Bochia , todo eso califica en la ética limista. El usar camionetas de intendencia para reuniones políticas en ciudad o el interior. El usar la dirección de comunicaciones para sus folletos y de sus grupos. El clientelismo de las plazitas, de las luces, de las calles, según los referentes y las zonas. Esta es la ética limista. Lo de hoy es una más de tantas, denunciadas en medios, en la junta, en el FA . No es la ética aristotélica, es la limista. Hermanos de poder, de querer una diputación inventada, un candidato que nadie conoce, columnas en medios que él no escribe, todo vale. El fin es perdurar, no dejar la teta, continuar..
Lo de hoy, el escenario de uno de dus grupos , armado por funcionarios municipales, otra más. El que uno de los hermanos Lima , sentencie , silencie, censure o prohiba la difusión de las fotos de ese armado, es otra más. Acá una vez más lo informamos, elijan , defiendan o castiguen. Esto no es frenteamplismo, claramente no.
