Luis Alberto de Herrera, hoy 147 años de su nacimiento

Infancia, estudios e iniciación políticaEditar

Hijo de Juan José de Herrera, creció en un hogar culto y severo, regido por la disciplina protestante impuesta por su madre, Manuela Quevedo Lafone. Cursó sus estudios primarios y secundarios en colegios de Montevideo y Buenos Aires. Se graduó como Doctor en Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad de la República. Se inició en la política en 1892 como militante del club «2 de enero«. En 1893, pronunció su primer discurso político en Paysandú. Ese año comenzó a escribir en el diario El Nacional, junto a Luis Ponce de León y Eduardo Acevedo Díaz.

Primeras experiencias en batallaEditar

En 1896 viajó a Buenos Aires junto a Carlos Roxlo, Luis Ponce de León y Florencio Sánchez para participar en los preparativos de lo que sería la revolución de 1897. Fue uno de los “Veintidós de Lamas”, un pequeño grupo proveniente de Argentina a las órdenes de Diego Lamas que desembarcó el 5 de marzo de 1897 en Puerto Sauce, Departamento de Colonia, para reunirse con otros e iniciar la revolución. Estuvo en la batalla de Tres Árboles (17 de marzo), la más importante victoria blanca en toda esa campaña de más de seis meses. Herrera narraría los hechos en su libro Por la Patria.Luis Alberto de Herrera
Luis Alberto de Herrera como soldado nacionalista, durante la Revolución de 1897.Teniente y GeneralAlma materUniversidad de la RepúblicaLealtadEjército Revolucionario de Aparicio Saravia
Ejército del ParaguayCondecoracionesOrden de Carlos III
Ordem do Cruzeiro do SulConflictos

Revolución de 1897 Revolución de 1904

Guerra del Chaco

InformaciónNacimiento22 de julio de 1873
MontevideoUruguayBandera de UruguayFallecimiento8 de abril de 1959
MontevideoUruguayBandera de UruguayPartido políticoPartido NacionalOcupacionesperiodistaescritordiplomáticopolítico y abogado[editar datos en Wikidata]

Al producirse el golpe de Estado de Juan Lindolfo Cuestas el 10 de febrero de 1898 recibió el ofrecimiento de integrar el Consejo de Estado que sustituyó al Parlamento, pero lo rechazó y, quien sí aceptó fue su padre, Juan José de Herrera.

En 1901 viajó a Estados Unidos como encargado de negocios de Uruguay ante ese país y Canadá. En 1903 se recibió de abogado, aunque nunca llegó a ejercer la profesión. Comenzó a estudiar el liberalismo estadounidense, rastreó su influencia en la revolución independentista del Río de la Plata. Regresó a Uruguay en enero de 1904, apenas iniciada la revolución encabezada por Aparicio Saravia.

Participación en la Revolución de 1904Editar

Realizó toda la campaña junto a los revolucionarios blancos, ya en puestos de director.En estos instantes se derrama la sangre preciosa de adversarios y también de compañeros cuya suerte, buena o mala, yo también quiero correr.Herrera a José Batlle y Ordóñez, explicando los motivos de su renuncia al cargo de diplomático, enero de 1904.

Trató sin éxito de evitar la desbandada del ejército revolucionario después que Saravia cayera herido en la batalla de Masoller y fue uno de los redactores del documento de la Paz de Aceguá del 24 de septiembre de 1904.

Primera actividad políticaEditar

En noviembre de 1900 fundó el diario La Democracia, junto a Carlos Roxlo, y en 1905 fue electo diputado por Montevideo. Ese año, siempre en colaboración con Roxlo, presentó el proyecto de limitación de la jornada laboral que se considera el antecedente de la ley de 8 horas de trabajo diario. La prédica de La Democracia determinó que, en 1906 y por orden del presidente José Batlle y Ordóñez, Herrera fuera detenido, violados sus fueros parlamentarios, en un incidente que causó conmoción. Ya en libertad, retó a duelo al presidente y terminó batiéndose, sin consecuencias, con un hijo de la esposa de Batlle, Ruperto Michaelson Pacheco.

También en 1906, viajó a Europa y, en los años siguientes, fue el principal negociador blanco en la dura tarea de reformar el sistema electoral. En 1908 contrajo matrimonio con Margarita Uriarte Olascoaga —viuda de Alberto Heber Jackson— con quien tuvo una hija, María Hortensia, madre, a su vez, de Luis Alberto Lacalle, expresidente de la República.

En 1910 fue electo secretario de actas del Honorable Directorio del Partido Nacional. En 1913, el Presidente de los Estados UnidosTheodore Roosevelt, visitó Uruguay y pidió una entrevista con Herrera, ya que le interesaba comentar con él su libro La Revolución Francesa y Sudamérica, publicado en 1910. En 1914 viajó a Paraguay para reforzar viejos lazos históricos de su partido con aquel país y fue electo diputado por Río Negro.

LiderazgoEditar

En 1915, apoyó la reforma constitucional en gestación, lo que le significó la ruptura con la mayoría de su partido. A partir de ese momento se convirtió en el líder indiscutido de un sector partidario, que con el tiempo se conocería como «Herrerismo«. Redactó el programa del Partido Nacional.

Fueron años de intensa actividad política, en los que sus mejores energías se emplearon en transformar al viejo y levantisco Partido Nacional en una colectividad pacífica, gracias a un sistema electoral que ayudó a perfeccionar. Recorrió el país animando sus mítines con una oratoria llana y proseiforme, que cambiaba de léxico y estilo según fuese el auditorio al que se dirigía. Impuso un estilo mezcla de popular e intelectual e inauguró una visión hedonista de la política que insistía en lo “lindo” de ser blanco (“por el gusto de serlo”) y empleaba un desacartonado sentido del humor que ejercía fuerte impacto en un tiempo de políticos retóricos y ampulosos.

Primera división del Partido NacionalEditar

En 1916 fue electo miembro de la Asamblea Constituyente, en los primeros comicios con voto secreto –una vieja reivindicación blanca– y representación proporcional. Esos comicios fueron la primera victoria blanca en 50 años. Ante esa elección el Partido Nacional se dividió en «lussichistas» (seguidores Arturo Lussich) y «herreristas», lo que sería el preludio de ulteriores rupturas.

En 1920 fue electo presidente del Directorio del Partido Nacional. En 1921 no hizo nada por evitar la expulsión de Lorenzo Carnelli, legislador volcado a la izquierda, decretada por la Convención partidaria, lo que generó la primera escisión. Carnelli fundó el Partido Blanco Radical, opuesto al liderazgo de Herrera. Ese año hizo repatriar de Brasil los restos de Aparicio Saravia.

Carreras presidencialesEditar

En 1922 fue por vez primera candidato a la Presidencia de la República, enfrentando al colorado José Serrato, ante quien perdió por escaso margen. Recorrió el país en el “Tren de la Victoria”, lo que inauguró una tradición que se mantendría por décadas. Ese año se batió a duelo, sin consecuencias, con el expresidente Baltasar Brum. En 1925 fue electo miembro del Consejo Nacional de Administración (organismo colegiado a cuya instalación se había opuesto) y anunció que no cobraría su sueldo. Le correspondió presidir el organismo hasta 1927.[1]

En 1926 compitió por segunda vez por la Presidencia de la República y perdió por estrechísimo margen ante Juan Campisteguy. El Partido Blanco Radical, fuera del lema, sumó 3.844 votos que le hubieran dado la victoria si se hubieran acumulado. Hubo denuncias de fraude y se suscitó un movimiento tendiente a volver a la guerra civil, que Herrera neutralizó con energía. “Que se lleven todo, menos la paz de la República”, manifestó. En 1927, coincidió en el Consejo Nacional de Administración con José Batlle y Ordóñez, con quien mantuvo célebres duelos dialécticos.

Ese año viajó a Londres en misión diplomática de cortesía. Copió entonces información relativa a las gestiones de Lord John Ponsonby en el Río de la Plata, que determinaron en 1828 la creación de Uruguay como país independiente. Sobre la base de ellos escribió uno de sus principales trabajos históricos: La misión Ponsonby (1930). Perdió contra Gabriel Terra en las elecciones presidenciales -Eduardo Lamas se presentó también como candidato fuera del lema-.

Segunda división del Partido NacionalEditar

En 1931, se produjo una nueva división del Partido Nacional, que quedó bajo control del Herrerismo, mientras que el Partido Nacional Independiente fue encabezado por Eduardo Rodríguez Larreta y Juan Andrés Ramírez, este último de extracción colorada. El nacionalismo independiente nucleaba a intelectuales, a la izquierda del Herrerismo, con eco en sectores medios y altos de la población. Herrera conservaba su incidencia en los sectores humildes del interior del país. De esa época es su relación con su amigo y abogado personal de toda la vida, el senador e historiador americanista erudito, Dr. Felipe Ferreiro.

Ese año fundó el diario El Debate, que se dividió con El País –órgano de los “independientes”– la prensa partidaria blanca. En 1932 volvió a Paraguay, cuando se libraba la guerra del Chaco entre esa nación y Bolivia, y se ofreció a combatir, por lo que el gobierno paraguayo le otorgó el grado de general.

Participación en el golpe de Estado de Gabriel TerraEditar

Al producirse la Gran Depresión, tras la crisis de 1929 en la bolsa neoyorquina, Herrera coincidió con el presidente Gabriel Terra en la necesidad de modificar la Constitución de 1918 y cambiar el Poder Ejecutivo bicéfalo, que consideraban inoperante. Herrera apoyó el golpe de Estado del 31 de marzo de 1933, lo que creó un abismo entre el Nacionalismo Independiente y el Herrerismo y afectó la popularidad del caudillo. Terra dictó un decreto por el cual se declararon disueltos el Parlamento y el Consejo Nacional de Administración y se creó una Junta Gobierno de nueve miembros para asesoramiento del Poder Ejecutivo. También se anunció la creación de una Asamblea Deliberante en sustitución del Poder Legislativo, a la cual la oposición puso el mote de Asamblea Delirante.[2]

En esos días, el diario El Debate publicó una carta enviada desde Río de Janeiro por Herrera al dirigente Aniceto Patrón en la que le aconsejaba:»¡Qué gran suceso acaban ustedes de presenciar! Es consolador lo que estamos viendo: realizado el ensueño de liberación nacional que ardía en el pecho de los buenos ciudadanos (…) Es el comienzo de un nuevo tiempo. Los primeros pasos no puede ser más acertados (…) Rodeen al presidente, apóyenlo (…) Lo esencial es poner la patria por encima de los partidos (…) Consumada la crisis, yo no hago falta ahí».

El día del Golpe fueron detenidos dirigentes opositores colorados, blancos y socialistas: Antonio RubioTomás BerretaLorenzo Batlle PachecoEmilio FrugoniGustavo Gallinal y Victoriano Martínez. Fueron enviados a la Isla de Flores Ricardo Paseyro, Alfeo Brum y Salvador Estradé. Con el correr de los días esa lista se amplió hasta llegar a los 69 desterrados; entre ellos, el también futuro presidente Luis Batlle Berres. Se denunciaron numerosos casos de torturas, malos tratos y constantes presiones contra la prensa opositora. Uno de los más comunes fue cortar la energía eléctrica a los talleres para evitar las ediciones.

La Constitución de 1934 creó el denominado Senado de medio y medio, compuesto en un plano de igualdad por terristas y herreristas. Herrera fue hasta ese entonces constituyente y senador. En las elecciones de 1938 no fue candidato presidencial (la fórmula herrerista fue Juan José de Arteaga – Carmelo Cabrera) y, en cambio, fue reelecto al Senado. Los comicios fueron ganados por el colorado Alfredo Baldomir, cuñado de Terra.

Constitución de 1942 y elecciones de 1946Editar

El entonces Senador Herrera en su alocución «Derecho de réplica«.

En las elecciones de noviembre de 1942 de nuevo Herrera fue candidato presidencia, derrotado por amplísimo margen. El Partido Nacional perdió en los 19 departamentos, la peor derrota nacionalista.

La nueva Constitución de 1942 eliminó el «Senado de medio y medio» y liquidó el esquema de poder que Herrera había montado con Terra. En 1943 el caudillo enviudó y parecía que su ciclo político estaba perimido. En las elecciones de 1946 fue candidato presidencial por quinta vez (fórmula Herrera – Martín R. Echegoyen), derrotado por amplio margen ante Tomás Berreta, pero mantuvo el liderazgo del Partido Nacional y recuperó posiciones. Del 22% de los votos de 1942 pasó al 31% en 1946, el Partido Nacional ganó seis gobiernos municipales.

Sus últimas cartas por la PresidenciaEditar

En 1950 conservó su caudal contra la fórmula ganadora colorada encabezada por Andrés Martínez Trueba, en lo que fue su última candidatura presidencial. Cuando en 1952, Martínez Trueba propuso una reforma constitucional para implantar el Poder Ejecutivo colegiado, Herrera, con 77 años, tuvo uno de sus más inesperados virajes: apoyó la reforma, con el argumento de que «había que entrar en el gallinero del vecino y comerle unas gallinas».Entrevista a Luis Alberto de Herrera con motivo de su cumpleaños número 85, transmitida en radio El Espectador de Montevideo.

Aprobada la reforma, compitió en las elecciones de 1954 después de sufrir la escisión del Movimiento Popular Nacionalista que lideraba Daniel Fernández Crespo. Obtuvo una banca en la minoría del Consejo Nacional de Gobierno.

Herrera integró el Consejo Nacional de Gobierno de Uruguay entre 1955 y 1959. El Consejo Nacional de Gobierno fue un Poder ejecutivo colegiado establecido por la Constitución de 1952. Estaba compuesto por nueve consejeros electos en forma directa por cuatro años, sin reelección inmediata. Al partido más votado le correspondían seis consejeros y al que le seguía, tres.

Entre 1955 y 1959 el Consejo estuvo integrado por seis consejeros del Partido Colorado (Luis Batlle BerresAlberto Fermín ZubiríaArturo LezamaCarlos L. FischerJustino Zavala Muniz y Zoilo Chelle) y por tres del Partido Nacional (el propio Herrera, Ramón Viña y Daniel Fernández Crespo).

En una acalorada discusión en el seno del Consejo el 27 de diciembre de 1956[3]​ un adversario le recordó a Herrera que su posición política era minoritaria: «Doctor Herrera: o se calla la boca o se retira». Herrera, en una actitud propia de su estilo, le respondió: «Ni me callo, ni me voy».[4]

En las elecciones de 1958 pactó con el líder de la Liga Federal de Acción RuralistaBenito Nardone, de origen colorado. Dicha alianza le significó fuertes críticas de sectores blancos, que acuñaron el término «loqueseísta» para definirlo.

Pero el Partido Nacional obtuvo una rotunda victoria en esos comicios y regresó al gobierno después de 93 años. Dentro del lema, que albergó esta vez a todos los blancos, Herrera (con 85 años) superó a la Unión Blanca Democrática (UBD) por 11.000 votos. Entonces ya era una figura nacional, que recorría las calles de Montevideo en su viejo Ford V8 modelo 1937, a veces a contramano por la izquierda y recibía a los visitantes en su famosa casa quinta de la calle Larrañaga 3760 (hoy avenida Luis Alberto de Herrera), donde vivía con modestia (había gastado su fortuna en la política). Después de la victoria, en la que no había sido electo para ningún cargo, Herrera trató de influir en el nuevo gobierno, pero Nardone prescindió de su influencia, lo que llevó a una rápida y radical ruptura: «Una comadreja colorada se ha metido en el rancho de los blancos».

Falleció el 8 de abril de 1959.