
No todos somos caudillos de alguien pero a la hora de Semana Santa clavamos pescado, paella, vino sin disfrutarlo, porque somos hipócritas defensores de «reglas» o «leyes cristianas» que nos ponen en un buen lugar en la sociedad.
Somos los mismos que cambiar el auto, tener unas «croos» verdaderas, una remera de marca, o hasta un perro de raza con collar….nos cambia la vida.
Pero la vida es un pito, no te sale el chiflido y fuiste, sin embargo nos ponemos en la gran fiesta de la cerveza y salimos corriendo a sacarnos fotos o abren el puente y nos ponemos en versión «que larga la espera».
La hipocresía humana es indimensionada pero la salteña es inexplicable. Mientras tanto hay que laburar, ah es cierto, no el lunes….es el martes y ahí iremos a contar nuestras vivencias y a putear a quienes nosotros mismos pusimos en lugares de gestión.
No es creer…..es crecer
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